REFERENCIAS DEL EPISODIO
Filmografía destacada
- La huelga (1925) – Serguéi Eisenstein
- El acorazado Potemkin (1925) – Serguéi Eisenstein
- Octubre (1927) – Serguéi Eisenstein
- La línea general (1929) – Serguéi Eisenstein
- ¡Que viva México! (1932) – Serguéi Eisenstein
- Alejandro Nevski (1938) – Serguéi Eisenstein
- Iván el Terrible (1943-1945) – Serguéi Eisenstein
- Iván el Terrible, segunda parte: la conjura de los boyardos (1948-1958) – Serguéi Eisenstein
- La Nueva Babilonia (1929) – Grigori Kozintsev y Leonid Trauberg
- El diario de Glúmov (1923) – Serguéi Eisenstein
- Nanuk, el esquimal (1922) – Robert Flaherty
- Moana (1926) – Robert Flaherty
- El prado de Bezhin (1935) – Serguéi Eisenstein
- Los alegres muchachos (1934) – Grigori Aleksándrov
- El circo (1936) – Grigori Aleksándrov
- Volga-Volga (1938) – Grigori Aleksándrov
Bibliografía citada
- Esculpir en el tiempo (1985) (Rialp, 1996) – Andréi Tarkovski
- El sentido del cine (Siglo XXI, 1997) – Serguéi Eisenstein
- Hacia una teoría del montaje, Vol. I y II (Paidós, 2001) – Serguéi Eisenstein
- La imagen-movimiento. Estudios sobre cine 1 (1983) (Paidós, 1984) – Gilles Deleuze
- La obra de arte en la época de su reproducibilidad técnica (1935) (Alianza, 2021) – Walter Benjamin
- Ídolos tras los altares (1929) (Domes, 1983) – Anita Brenner
- La rama dorada (1922) (Fondo de Cultura Económica, 2011) – James George Frazer
- Eisenstein (Anagrama, 1972) – Víktor Shklovski
INFORMACIÓN
Serguéi Mijáilovich Eisenstein (Riga, 22 de enero de 1898 – Moscú, 11 de febrero de 1948) fue un director de cine y teatro soviético de religión judía. Su innovadora técnica de montaje sirvió de inspiración para el cine posterior.
Sus ideales comunistas lo condujeron en varias ocasiones a conflictos con funcionarios del gobierno soviético. Stalin era consciente del poder del cine como medio de propaganda, y consideró a Eisenstein como una figura controvertida. Su popularidad se profundizó más tarde con el éxito de sus películas, entre ellas El acorazado Potemkin (1925), calificada una de las mejores películas de todos los tiempos.
Sus ensayos literarios cinematográficos y sus dotes como orador, teniendo en cuenta que hablaba además alemán, inglés y francés, hizo que ejerciera una gran influencia sobre la teoría cinematográfica de la época.
Sergei Eisenstein es uno de los cineastas soviéticos más reputados e importantes de la historia del cine, un pionero bautizado para la posteridad como el padre del montaje moderno. Su figura es de indiscutible relevancia al ser quien construyó parte de las bases del lenguaje y narrativa cinematográfica, gracias a su teoría —y práctica— del montaje de atracciones, un concepto clave sobre el que reposa (casi) todo lo que hoy aún se aplica al medio.
Con Eisenstein, el montaje se convertiría en el arte de editar los cortes de un metraje para que cautive y moldee la atención del espectador, ignorando así la típica secuencia cronológica que prosperaba en el cine mudo.
En palabras del director, es a través de este concepto que el cine logra elevarse por encima de todas las artes, diferenciándose de las mismas al nutrirse por igual de las ciencias, artes e ideologías. El cine se convierte, así, en una síntesis del arte y la ciencia.
Por tal motivo, sus largometrajes experimentaron los límites del montaje, sus métodos y sus efectos en la audiencia, todo ideado con la sólida convicción por transmitir —y reforzar— los ideales de la revolución comunista. Y aunque sólo tiene siete películas en su filmografía, cada una de ellas es una demostración tajante de su talento y habilidad para comprender la cámara como nadie más lo lograba.
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