Ciclos (1974)

Difunde cultura

“Hace quince mil millones de años, los brazos en espiral de la nebulosa giraron hasta que el hidrógeno ionizado produjo un campo magnético donde la ceniza de combustión atómica de aquel, produjo la energía. Este proceso se produjo simultáneamente en miles de millones de lugares del Cosmos, y fue así sembrada la semilla de la que nacieron los miles de millones de Galaxias que forman nuestro entorno Universal. La energía deambula en la inmensidad de la nada, y el anticosmos grotesco se adivina más allá de los límites de la imaginación suprema”


Génesis

En la gira del disco Canarios vivos!!!! (1972) Teddy Bautista colabora con el grupo portugués de soul psicodélico Jess & James, y se siente atraído hacia un tipo de música más experimental y arriesgada. Más tarde viaja a Venecia, se apasiona por la música barroca y especialmente por Antonio Vivaldi. Tras un periplo por Estados Unidos, donde estudia música electroacústica y visita la fábrica de Robert Moog, comprándose un sintetizador de última generación, decide iniciar una “ruptura estilística” en su concepción musical. A principios de 1973 recompone su grupo Canarios reuniendo al guitarrista Antonio García de Diego, al batería Alain Richard, al pianista y violinista Mathias Sanvellian y al bajista Christian Mellies, para comenzar a programar el proyecto Ciclos.

Al contrario que en Reino Unido, el rock progresivo no era una apuesta de la industria discográfica española. El presupuesto para este tipo de proyectos musicales era muy escaso. Que un disco como Ciclos pudiera producirse en 1974 es… engañoso. Teddy Bautista comentó: “Si voy a la compañía de discos y digo que necesito cien horas de estudio y presupuesto para un coro, músicos invitados que tienen que venir desde Canarias y París, me van a decir que no. Simplemente les engañé, les dije que iba a hacer una obra que necesita muy poco presupuesto y que en cincuenta horas lo haría todo. Me dijeron que sí y, cuando ya tenía las cincuenta horas hechas, fui y dije: lo siento porque no he dicho la verdad, pero creo que es tan importante esto que había que empezarlo, yo quiero que lo escuchen y me digan si seguimos o no…”; afortunadamente siguieron adelante y el álbum se terminó de grabar en los estudios Kirios de Madrid con los mejores equipos técnicos de la época.

El Ciclo Cósmico dio paso al Ciclo Cronológico, y este a la vida, que echa raíces a lo largo y ancho del Universo, y crece y escarba en busca de la respuesta, que quedó atrapada en algún lugar del Cosmos, suplantada por la verdad. El nuevo Ser sin memoria creció, y a falta de un mayor calificativo, se autodenominó “Homo Sapiens” y se autocoronó “Rey de la Creación”. Estos son el lugar y el personaje protagonistas de mi narración”


El programa comienza

Ciclos es el mejor disco de rock progresivo de toda la Historia de la Música Española (hay algunos expertos que lo encuadran en el subgénero de rock sinfónico). Las influencias van desde bandas de rock progresivo clásicas como ELP, Van der Graaf Generator, Focus, Yes o Soft Machine hasta músicos contemporáneos experimentales del estilo de Edgar Varèse, Jean-Claude Risset, Wendy Carlos, Luigi Nono o Karlheinz Stockhausen. Aunque la principal figura dominante es obviamente Antonio Vivaldi. Ciclos es la mejor recreación que se ha hecho de Las Cuatro Estaciones (Uli Jon Roth tiene un gran disco titulado Metamorphosis of Vivaldi´s Four Seasons junto a su Sky Orchestra pero es más un lucimiento puramente guitarrero que un disco conceptual y creativo). En palabras del compositor y arreglista Alfredo Carrión, que participó en el disco dirigiendo las secciones corales: “Estas «Cuatro Estaciones», en las que he tenido ocasión de colaborar, no son una adaptación al gusto popular, sino una compleja recreación de la obra de Vivaldi en una dimensión nueva; una dimensión que tiene sus propios medios de expresión y que se ha venido en llamar «pop»”. Esta denominación «pop» va más allá en la complejidad de este álbum, aglutinando música popular, tradicional y culta. Los estilos que propone son infinitos: rhythm and blues, pop psicodélico, folk, canto gregoriano, bolero, modulaciones operísticas, rock, minimalismo, música electrónica, electroacústica…

Siguiendo la estela de los mejores discos de rock progresivo Ciclos es una Obra de Arte conceptual. Propone una obra narrativa de elementos fantásticos, futuristas y filosóficos en los que se relata la historia del ser humano, encarnado en las figuras de Embryo, Febos, Metántropo y Anacros. Se divide en cuatro actos o transmigraciones (siguiendo las cuatro estaciones de Vivaldi) que representan las cuatro etapas vitales del ser humano:

  • En la Primera Transmigración El Paraíso Remoto aparece el ser humano como Embryo, nacimiento y descubrimiento de la naturaleza:
    • La naturaleza se desgarra en la primera explosión de dolor, el “Grito Primario’’, y da a luz a “Embryo” el ser consciente, culmen de perfección, producto de la perfección misma, heredero intocable de la razón, accidente de la evolución programada, ser prematuro, que nace y vive del dolor, viajero perpetuo que procede del eslabón perdido y va en busca de un destino que se le aparecerá en la mitra jeroglífica del anunciador venerable de la muerte. Matrix la paridora representa la naturaleza, y una vez nacido Embryo vuelve a su situación estática original, y observa la semilla brotar y crecer como un árbol que abre y alarga sus ramas en todas direcciones, acaparando espacio, intentando llegar al infinito a través del techo absoluto y atravesando la tierra con sus raíces”
  • En la Segunda Transmigración El Abismo Próximo, el ser humano aparece como Febos; descubriendo la hostilidad de los otros seres humanos y el “proceso alienatorio”:
    • Reaparece Amorfos, interrumpiendo la comunicación trascendental, los acosa, intentando separar a Febos del regazo Materno, argumentando su edad y la necesidad de preparación e integración en el proceso alienatorio. Entonan el canto al niño neurótico y Matrix cede, Febos huye, pero Amorfos finalmente lo acorrala, detiene y encarcela. En su celda, sumido en la confusión, Febos canta el “Himno crítico a la Primera Adversidad”. Se abre la puerta y entran unos vigilantes que preparan y engalanan a Febos para la ceremonia. Febos observa el desfile, y al final, atraído por la grandiosidad y magnitud del acto, se incorpora voluntariamente a las apretadas filas de seres impersonales y marcha con ellos, la mirada y el pensamiento fijos en el eslabón perdido. El “Proceso” se lleva a cabo en Febos, y este se entrega de lleno a su integración social en un mundo que acaba de descubrir la máquina y la vitalidad anónima del Ser-Especie”
  • En la Tercera Trasmigración – La Ciudad Futura, el ser humano aparece como Metántropo, situándose en el año 2126 en medio de una sociedad urbana distópica con ciertas reminiscencias a 1984:
    • El asalto masivo de ruidos infernales, olores nauseabundos y colores chillones hiere la hipersensibilidad de Metántropo, que se levanta sobresaltado y mirando en derredor, intenta asimilar la visión escalofriante de máquinas desplazándose a enorme velocidad, gentes grises y sombrías, edificios altísimos, y una fecha en uno de los periódicos con que se cubre, 3º día de la semana 2ª, del mes 4º, año 2126 después de J. C. Metántropo es arrastrado por dos sujetos de aspecto autoritario a un auténtico bosque de edificios altísimos, sin ventanas, y todos de color gris, entran en uno de ellos, y un ascensor los deja en un vestíbulo… Casi al término del proceso, logra escapar y se va a la montaña en busca de los monjes sabios que habitan en la zona de los Monasterios: intenta encontrar respuestas a sus mil preguntas en la sabiduría de los Ascetas Místicos, pero ninguno le da una respuesta satisfactoria a sus inquietudes, y se recluye en la montaña, donde después de largas jornadas de meditación consigue la paz espiritual, aunque no la respuesta”
  • En la Cuarta Transmigración El Eslabón Recuperado, aparece el ser humano como Anacros, Rey de una sociedad futurista en decadencia que va a desaparecer ante la llegada del apocalipsis, que es el “final de un ciclo y principio de otro”:
    • Su Jerarquía! Su Jerarquía! Despierte, Su Jerarquía! Anacros se incorpora, y se encuentra sentado en un trono fastuoso, vistiendo ropas y galas propias de un monarca, ante él unos individuos en actitud sumisa, lo miran con curiosidad y respeto. ¿Ha vuelto a tener pesadillas Su Jerarquía?, preguntan. Anacros se levanta y se dirige hacia la ventana, y nota como le cuesta trabajo moverse, evolucionar, e incluso respirar -¡Estoy viejo!- pensó. Se asoma y observa con horror una ciudad totalmente funcional, sin ningún Adorno, y unas gentes uniformes e impersonales que caminan con la cabeza hundida entre los hombros y mirando al suelo. Los edificios totalmente asépticos y las calles de aceras deslizantes casi desiertas, pero sobre todo le llamó la atención las grandes lámparas que difunden una luz blanca cegadora. Como si de luz del día eléctrica se tratara”

Ciclos es mucho más que un disco de música, es una obra artística narrativa que bebe desde La vida es sueño hasta el Ramayama, y también posee una crítica política (aunque no es estridente ni explícita): el discurso dialéctico entre la utopía del Génesis y la distopía de la tercera y cuarta transmigración es un reflejo del tardofranquismo imperante a mediados de los 70, que se acabará mediante un apocalipsis destructivo que no sólo destruye sino que al mismo tiempo regenera; el dios Shiva en la mitología hindú tiene la capacidad de regenerar vida a partir de la destrucción: la muerte no es la mera inexistencia sino la renovación vital, un nuevo ciclo. Apocalipsis:

  • “Siva el destructor voltea su espada arrasando cuanto toca, y sólo respetando a Matrix a la que encarama al cielo y la ofrenda al Narrador Supremo. La hiperdestrucción abre grietas en el infinito, y la nada absorbe la forma y las dimensiones, y al final de un ciclo y principio de otro sólo se oye la voz del Narrador Supremo. Y en cada grieta surgió un principio y un fin, un ciclo de ciclos, una página más en el diario del programador supremo…”

Una obra literalmente apoteósica, frenética y orgásmica. Un disco que hay que disfrutar como lo que es: un genuino milagro.

Menú y maridaje

Gastronomía canaria. Empezamos con un salpicón de caballa con un buen pico de gallo. Una tablita de quesos canarios de leche cruda de oveja y semiduro de leche de cabra siempre viene bien para abrir boca. No pueden faltar las papas arrugás (recomiendo acompañarlas con un mojo verde de cilantro). Morena frita con morcilla dulce. Acabamos los salados con un tamal de cabrito embarrado y/o un contundente guiso de arvejas. Terminamos con el postre típico de La Palma: El Príncipe Alberto. Unos buñuelos de gofio para los más galgos. Maridamos con Malvasía. Preferentemente blancos DO Lanzarote y tintos DO Valle de la Orotava, no escatiméis con las botellas.

Compañía

Invitad a cualquiera que piense que la música que se hacía en la España de principio de los 70 no salía de la canción protesta (desde el rosa salmón al rojo sangre), Raphael, Julio Iglesias, Nino Bravo o Camilo Sesto (cuyo álbum Jesucristo Superstar fue producido y arreglado por Teddy Bautista quien se reservó el papel de Judas). Absténganse mentes abiertas y oídos cerrados (o viceversa).


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