XVII- A Antonio Machado
El caminante inexistente,
el viajero impenetrable.
Desfilar de duendes miserables
con la palabra como simiente.
Nubes sobre Castilla,
traje, sudor, y España a la intemperie.
El caminante fatigado
sobre su sombra se detiene,
alza la vista al frente
y allá, en el horizonte,
ve acercarse su muerte.