Yo capitalismo, y mis mejores amigos (la avaricia, el interés y la usura). Parte III

Difunde cultura

Don Alfonso XIII, por la gracia de Dios y la Constitución Rey de España; A todos los que la presente vieren y entendieren, sabed: que las Cortes han aprobado y sancionado lo siguiente:

Artículo 1.
Será nulo todo contrato de préstamo en que se estipule un interés notablemente superior al normal del dinero y manifiestamente desproporcionado con las circunstancias del caso o en condiciones tales que resulte aquél leonino, habiendo motivos para estimar que ha sido aceptado por el prestatario a causa de su situación angustiosa, de su inexperiencia o de lo limitado de sus facultades mentales.

Será igualmente nulo el contrato en que se suponga recibida mayor cantidad que la verdaderamente entregada, cualesquiera que sean su entidad y circunstancias. Será también nula la renuncia del fuero propio, dentro de la población, hecha por el deudor en esta clase de contratos.

Ley de la usura de 23 de julio de 1908 (Ley Azcárate). Vigente actualmente en España.

Hoy he ido a mi banco y la directora me ha informado que están retirando las tarjetas de débito, es decir, en breve plazo de tiempo solo podré disponer una tarjeta a crédito que cargará los intereses de mis compras contra el saldo disponible en mi cuenta mensualmente, a esto lo llaman tarjetas revolving (revolventes), y podríamos compararlo a un arma, una pistola o un fusil, es decir que depende de como lo use producirá unos resultados u otros, y por supuesto, yo seré el único responsable de los mismos, por lo que debo hacer un uso responsable de ello, como el alcohol, el tabaco u otras drogas legales, la responsabilidad de excederme es mía y solo mía, sin embargo la posibilidad de ello me es facilitada por la entidad sin yo pedirlo. Esta es la premisa y el concepto de partida del hipercapitalismo, soy un producto de consumo, he de asimilarlo y convivir con ello.

Creo que el siglo XX y XXI son fascinantes, el ser humano ha sobrepasado todas y cada una de sus capacidades naturales con creces sin tan siquiera pararse a reflexionar si dicho avance es tal o quizás, por el contrario, hemos retrocedido en algunos aspectos esenciales de la condición humana. Puede parecer un poco contradictorio, pero ya lo vivimos en épocas pasadas de la historia, la Edad Media sumía durante siglos la cultura y el desarrollo científico en la más absoluta oscuridad frenando el avance de las sociedades en multitud de facetas a la voz de líderes (incluidos los espirituales) que decían seguir la senda de lo correcto y lo moralmente aceptable.

Afortunadamente el tiempo, ese espectador y cómplice necesario transcurría y todo cambiaba poco a poco, como la gota que forja la estalactita a base de perseverancia, las oscuras nubes del medievalismo se disipaban dando paso a un innovador siglo XVII y otras luces comenzaban a resplandecer al tiempo que las sociedades despertaban a un nuevo sistema que prometía el bienestar de la población con el propósito de generar riqueza y prosperidad, el mercantilismo del siglo XVIII daba paso al capitalismo incipiente del siglo XIX, que surgía con gran ímpetu a partir de la revolución industrial textil (principalmente en UK) trayendo consigo profundos cambios culturales, sociales y económicos.

Es en este siglo XIX es cuando surgen los 3 pensadores esenciales que en mi opinión definen la sociedades contemporáneas de los siglos XX y XXI ellos son Karl Marx, Friedrich Nietzsche y Sigmund Freud, cada uno de ellos en su área de conocimiento. Karl Marx nos explicaba el modelo de producción capitalista desde una nueva óptica desmarcándose de teóricos anteriores como los fisiócratas (François Quesnay) citados en el artículo anterior, o la escuela económica clásica de Adam Smith y John Stuart Mill estableciendo términos esenciales de la economía moderna como son entre otros el valor de uso, el valor de cambio y plusvalía, también definida con otros términos (deuda, interés, beneficio, rédito) dependiendo ello de la manera en la que se instrumente el capital, pero siendo siempre el mismo concepto, es decir, la diferencia entre el importe inicial y el importe final de una cantidad de dinero independientemente de cual sea su objeto, una transacción comercial (comercio de mercancías) o un préstamo monetario (comercio de dinero) rompiendo de esta manera la cualidad estéril innata atribuida al dinero que ya Aristóteles argumentaba. De la misma manera Nietzsche revelaría a lo largo de toda su extensa obra el drama existencialista humano, su frase “Dios ha muerto” nos hace cómplices de la propia culpa donde el ser humano conquista su propia naturaleza y causa la muerte de Dios, una idea vinculada a términos griegos clásicos que Nietzsche conocía muy bien como lo «apolíneo» y lo «dionisíaco», dos conceptos filosóficos relacionados y opuestos, inherentes a la naturaleza humana, esa misma que es capaz de crear vida y destruirla según su propia voluntad, una “voluntad de poder” (hacia uno mismo y hacia los demás) propia del superhombre. El último pilar cultural de las sociedades modernas y contemporáneas en mi opinión recae sobre la figura del tercer genio del siglo XX, Sigmund Freud. El creador del psicoanálisis puso todos sus esfuerzos en aplicar el método científico en el estudio de las alteraciones nerviosas (neurosis), área médica por aquella fecha completamente desconocida, que o bien eran tratadas con opiáceos (sedantes) o bien se recurría a la hipnosis, cuyo máximo exponente fue Jean-Martin Charcot, pionero en este terreno. Siendo Freud alumno de Charcot fue ideando toda su teoría terapéutica innovadora dotada de metodología científica con el objetivo de tratar y curar las neurosis, sobre todo la denominada histeria femenina, muy extendida en la inglaterra victoriana del siglo XIX, una sociedad completamente represora de los sentimientos y las emociones humanas, nació así, el psicoanálisis y la teoría psicoanalítica, representando el mayor avance en este campo de la medicina a lo largo de 2000 años de historia desde Artemidoro de Éfeso dando paso al estudio de un área tan desconocida y fascinante como es el inconsciente y el significado de los sueños (libre asociación).

Sigmund Freud
Karl Marx
Friedrich Nietzsche

De esta manera, con nuevas bases teóricas, un mundo más evolucionado, y a la vez con otra visión completamente innovadora el ser humano abandonaba el mito y lo fantástico dando paso al comienzo de una nueva era tecnológica gracias a los avances realizados paso a paso por mentes brillantes que ya no eran quemadas en la hoguera ni sus libros arrojados al fuego. En ese momento el mundo comenzó a girar más rápido, más veloz, la información cada vez era más inmediata y extensa, sin embargo al mismo tiempo y con la misma velocidad que la humanidad adoptaba el nuevo sistema socioeconómico capitalista este se introducía en las sociedades que iban perdiendo su humanidad corrompiendo el alma de sus ciudadanos debido a la cualidad de ser un sistema basado en la acumulación de bienes y la desigualdad entre iguales, desatando los sentimientos humanos mas oscuros como la envidia, los celos, y de ahí la transformación en odio. Esto podíamos verlo claramente en la gran película del maestro Akira KurosawaEl infierno del odio(1963). Surgía una nueva religión igual o más limitante que las ya existentes, más que un culto, un modo de vida, que eclipsaba todo a su alrededor, la adoración del dinero, nuevo Dios del siglo XXI, bajo la promesa de la felicidad, prosperidad y el bienestar absoluto, premisas que poseían otra cara oculta con un alto precio a pagar. Al igual que Fausto, nosotros también debíamos realizar nuestro trato maléfico vendiendo nuestra alma (tiempo) a cambio de la llamada “calidad de vida y bienestar” occidental.

La palabra alemana schuld  significa al mismo tiempo culpa y deuda, muchas culturas tienen su propia palabra para ello, en Japón lo llaman giri, y es importante saber que este nuevo culto, posee herramientas perfectamente diseñadas para llevar a la práctica el giri o schuld de facto mediante la permuta por nuestro tiempo de vida, una hipoteca/préstamo sentenciará tu tiempo de vida convirtiéndote en deudor / culpable de la nueva fe materializada en euros o dólares que tendrás que ir devolviendo con tu trabajo diario (como Adán al ser expulsado del paraíso), tu tiempo ya no te pertenecerá. Recomiendo la lectura del filósofo, crítico literario, traductor y ensayista alemán de origen judío que me parece imprescindible referenciar como es Walter Benjamin (1871-1918), este autor en su oba “Kapitalismus als Religion” (en español Capitalismo como religión) plantea el capitalismo como una nueva religión dotada de los mismos conceptos de culpa y deuda que la tradicional religión cristiana, esta nueva religión ha venido a sustituir los valores naturales del ser humano por otros completamente opuestos esclavizando a las sociedades igual que Fausto y Mefistófeles, de ello hablaré a continuación. Por cierto, en Polonia este personaje se llama Pan Twardowski, y algunas historias narran que vendió su alma al diablo para obtener poderes mágicos.

Cada era histórica tendrá su propio Fausto.

Søren Kierkegaard, filósofo (1813-1855)

Hay otro aspecto interesante del nuevo culto capitalista, este se ha integrado en la religión cristiana e incluso sustituido en ciertos aspectos, como el cáncer que metastiza y transforma todo lo que encuentra a su paso, ¿acaso la Iglesia de Roma no es gestionada como una gran empresa inmobiliaria que atesora propiedades, obras de arte y otros activos de valor incalculable? Todos formamos ya parte del mismo, simplemente asumimos nuestra penitencia capitalista (hipoteca). Es interesante ampliar el concepto (religioso) de vender el alma, transformado hoy en día en “vender nuestro tiempo”, capitalizarlo, dicho desde una óptica capitalista, para ello haré referencia a la historia de Teófilo el Penitente. Teófilo era un clérigo infeliz y desesperado por el poco éxito de su carrera mundana debido a la enemistad de su obispo, este realiza un trato con el diablo y un judío (con poderes nigrománticos) como mediador para prosperar, finalmente la Virgen ayudará a Teófilo consiguiéndole el contrato maléfico, muriendo poco después. Este concepto de vender el alma al diablo a cambio de prosperidad como vemos en esta fábula es anterior a Fausto y Mefistófeles, nos remontamos al siglo VI donde aparece escrita por su autor, el griego Eutychianus, por lo tanto, observamos como el capitalismo se mimetiza y adapta a la tradición judeocristiana incorporándose al colectivo identitario que ya conecta la figura del judío y el capital de manera indisociable, así hasta llegar a la actualidad.

Fausto (1652). Rembrandt.
Fausto (1926). F.W. Murnau.

Existe otro instrumento, esencial, una herramienta muy eficaz también empleada por la iglesia católica en su deriva capitalista y denunciada por Martín Lutero, quien ya en 1517 publicó sus 95 tesis para denunciar esta práctica común, las bulas o indulgencias, este mecanismo expiatorio / compensatorio perfecto en su concepción está incorporado y presente también en otros ámbitos sociales y en múltiples variantes, puede adoptar la forma de un maletín repleto de dinero, coche deportivo, velero de lujo o una donación realizada a una fundación sin ánimo de lucro pro-animalista. No dudéis que los corruptos evitarán la cárcel, comprarán su inocencia o serán exculpados, porque pertenecen a un sistema que lo permite y tolera, ya lo hemos visto en multitud de ocasiones y países. Existen leyes, si, pero, ¿hay justicia, o una sola justicia?. El dinero, instrumento del sistema capitalista pervertido por la plusvalía, todo lo compra y todo lo puede, absolutamente todo, incluso lo imposible.

No quiero acabar este artículo sin hacer mención a la “catedral” del hipercapitalismo. Desde hace unos pocos años ha sido iconizado con el símbolo del poder, la fuerza, y la bravura del animal que lo representa, el toro, el mismo que hace 2000 años en la cultura micénica (fresco del salto del toro de Tirinto, Edad del bronce siglos XIV-XIII a.C.) era símbolo de bravura, allí donde los jóvenes realizaban saltos acrobáticos para demostrar su valentía y madurez (taurocatapsia), el mismo que la casa Atreides adopta como tótem familiar, el mismo que está presente en la fiesta taurina, esta escultura (portada del artículo) realizada en bronce que tiene como título “Toro embistiendo“, ubicada en el parque Bowling Green cerca de Wall Street en la ciudad de Nueva York representa la imagen icónica esencia del capitalismo, su poder, su naturaleza incontrolada, salvaje, despiadada, arrolladora. Hemos de someternos a él, o estar dispuestos a perecer.

-FIN-


0,0
0,0 de 5 estrellas (basado en 0 reseñas)
Excelente0%
Muy buena0%
Media0%
Mala0%
Muy mala0%

No hay reseñas todavía. Sé el primero en escribir una.

Este sitio web utiliza cookies y solicita sus datos personales para mejorar su experiencia de navegación. We are committed to protecting your privacy and ensuring your data is handled in compliance with the General Data Protection Regulation (GDPR).