Star of love (2010)

Difunde cultura


“Es una mezcla de músicas. Al principio, queríamos combinar música muy antigua, de tradición, con la más nueva. Así juntamos el folclore vasco y sus instrumentos, que tienen cientos de años, con sonidos electrónicos modernos.”


Sebastian Pringle (Vocalista)

Crystal Fighters son la prueba definitiva de que hay un futuro y una alternativa musical que rompe con los moldes de la música tradicional, incluso esa música que ya denominamos clásica dentro del moderno universo musical. Donde la tradición y lo tecno se fusionan surge la creatividad de Crystal Fighters con un torrente de ritmos hipnóticos que se mimetizan con la cultura y el sentir de las nuevas generaciones de jóvenes en búsqueda de experiencias más allá del tecno-house o el pop industrializado.

Algunos de sus componentes conocen bien el País Vasco como Sebastian Pringle y Laure Stockley (ex-miembro) a la vez que otros de ellos como Gilbert Vierich, Eleanor Fletcher y Graham Dickson conforman el núcleo del grupo desde sus inicios. No cabe duda que la puesta en escena es pura creatividad, una experiencia maravillosa para los que hemos podido verlos en directo y disfrutado de las buenas vibraciones que su música regala a nuestros sentidos. En un presente marcado por la bipolaridad, el odio, las guerras y la incertidumbre Crystal Fighters irrumpen ya desde hace quince años con su mensaje de optimismo necesario para las minorías del cambio, esas que lejos de los sillones en los despachos y los puestos ejecutivos apelan a una conciencia de integración con la naturaleza y esencia de todo los que nos rodea incluyendo las tradiciones, los ancestros, la cultura, lo anónimo y ajeno sentido como semejante y propio. Sin duda una propuesta minoritaria y radical que rompe con el populismo industrializado de la música excrementicia a la que tan acostumbrados estamos a ver en nuestras pantallas de televisión y emisoras populares. Probablemente se trate de otra manera de entender todo lo que nos rodea y la manera de relacionarnos con ello.

Uno de los elementos fundamentales en la música de Crystal Fighters es la integración de rasgos culturales diversos, no nos ha de extrañar ver sobre un escenario un chamán africano danzando al ritmo de la música fusionando tradición y posmodernidad al igual que acordes y ritmos provenientes del folclore tradicional vasco y navarro acompañados de instrumentos como la txalaparta y el txistu, melodías y cultura del fabuloso norte de España que enriquecen con su influencia los temas y la identidad musical de esta banda anglohispana tan singular como sugerente.

Canciones más radicales como Xtatic Truth, I love London, In the summer o I do this everyday nos emplazan a vibrar con ritmos totalmente acelerados pero no carentes de la pegadiza musicalidad que te inunda sumergiéndote en un estado de bienestar más que evidente, casi es un propósito involuntario, eso sí, hay que estar alineado con la propuesta, esto no funciona si no hay una apertura mental en la manera de sentir los ritmos eléctricos que se suceden sin parar.

Quizás me atrevería a decir que a veces es un fluir, como en Swallow, Follow, Solar System o Yellow Sun, me arrastran transportándome a un lugar que no quiero abandonar, la mente hace su trabajo, una desconexión de la rutina abraza mi conciencia indicándome que no hay nada de qué preocuparse, todo irá bien. Sin duda una amenaza para la industrias de la farmacología basadas en la química artificial sintética, que sería de ellas si se corriera la voz que nuestros organismos son auténticas fábricas de producir la química necesaria para nuestro correcto equilibrio y funcionamiento orgánico.

La palabra, el mensaje, son orientación y parte fundamental de la salud mental (PlatónEl Cármides“), no será que necesitamos más medicina para nuestras almas atrapadas en la vorágine mundanal de las sociedades actuales que no nos dejan escuchar nuestra música interior, ¿es por ello más urgente que nunca bandas como Crystal Fighters traigan a nuestro ser mensajes de valor, optimismo y esperanza ante la realidad tergiversada, manipulada, deshumanizada y agonizante de una era que se autofagocita para intentar sobrevivir a sí misma?. Yo recomiendo escuchar varias veces el disco mientras dejo mi mente en blanco, no es una terapia, más bien una actitud, un propósito, una protesta pacífica. Quedáis invitados a probarlo.

“Nos gustaban mucho Justice y Daft Punk. Empezamos a tocar así, influenciados por esa música, y también por la historia del abuelo de Laure, que era vasco. Este man era cantante como nosotros, y él escribió algunas cosas en vasco, en español y en inglés, también. Dejó unos cuadernos a Laure después de su muerte, y nos influenció acerca del mundo y cultura vascas. Por eso descubrimos la txalaparta, que es un instrumento vasco que nosotros utilizamos, y nos basamos también mucho en la mitología del País Vasco.”

Entrevista del diario El Confidencial Crystal fighters aquí.


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28 de mayo de 2025

Me encanta tu artículo, sobre todo porque a mi me sugiere las mismas cosas.

Ganas de vivir y dejarme llevar.

Maria José