XXX- A quien se sienta aludido
Hay un pasado que vuelve
con memoria de otoño,
y que lleva ¡oh mes de julio en el vientre!
y mano alzada en sueño roto.
Hay un pasado lleno de sangre y de fiebre
que hoy con corbatas de seda
va esparciendo su odio
y hace suya una bandera
que no es suya, que es de todos.
Y con águila y yugo
semilla de sierpe, con veneno
pintado en Fuendetodos,
Saturno devora como siempre
una España que a la intemperie
violaron antiguos No-Dos.
La España que ellos quieren:
ni libre, ni grande,
sólo sumisa y hecha de enojo.
España que no te engañen
pues su palabra es tu muerte
y es tu muerte la que lloro.
Atrás quedaron caminos
que no se han de volver a pisar,
tierra franca de Colliure
con nana camino a Viznar,
donde el barro hoy se funde
con olor a libertad,
y es España la que irrumpe
sobre su sombra al pasar,
gritando: “¡No les escuchen!,
¡No quiero volver a llorar!”.
Atrás quedaron caminos
teñidos de soledad.
Atrás quedaron caminos,
que no hemos de volver a pisar.