Episodio 27: Vampiros modernos II

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REFERENCIAS DEL EPISODIO

Filmografía destacada

  • Jonathan (1970) – Hans W. Geissendörfer
  • Sangre para Drácula (1974) – Paul Morrissey
  • Drácula (1974) – Dan Curtis
  • Blacula (1972) – William Crain
  • Nosferatu, vampiro de la noche (1979) – Werner Herzog
  • Martin (1977) – George A. Romero
  • Videodrome (1983) – David Cronenberg
  • Arrebato (1979) – Iván Zulueta

Bibliografía citada

  • Drácula (1897) – Bram Stoker
  • El quimérico inquilino (1964) (Valdemar, 2009) – Roland Topor
  • Criaturas del aire (1979) – Fernando Savater

INFORMACIÓN

El vampirismo ha sido utilizado profusamente en el cine de terror, llegando a convertirse en uno de los temas recurrentes de numerosos directores, e incluso algunos de los más galardonados han realizado incursiones ocasionales en el género.

Ya en 1896, en los primeros días del cine, el famoso director George Méliès, inventor de casi todos los trucos y efectos cinematográficos del período, realizó una historia de vampiros, estrenada con el nombre de La Manoir du Diable (La mansión del diablo). Esta película antecede a la publicación de Drácula.

En The Vampire (1913), dirigida por Robert G. Vignola, aparecieron varias seductoras vampiras. La película de Vignola derivaba de un poema titulado “The Vampire” (1897) de Rudyard Kipling, quien a su vez se había inspirado en un cuadro de una vampira de Philip Burne-Jones (también expuesto ese mismo año). Los versos del poema de Kipling: A fool there was… (Érase un tonto…) fueron utilizados como título de la película A Fool There Was (1915), con la actriz Theda Bara en el papel de la vampira. El poema también fue utilizado en la publicidad de la película. Sin embargo, en estas primeras películas la vampira tenía muy poco de sobrenatural, siendo simplemente una mujer fatal que llevaba a un hombre a su perdición.

La primera adaptación sobre el aristócrata inmortal fue sin duda el largometraje húngaro Drakula halála (Károly Lajthay, 1921), a pesar de que hoy en día esté verdadera y lamentablemente perdido, pero se conservan un par de fotografías donde se observan los rasgos genuinamente sobrenaturales del vampiro, con el cabello peinado hacia atrás y la orejas puntiagudas buscando dar al rostro una apariencia de cabeza de murciélago, estética que luego copiaría el actor Béla Lugosi con su cabello engrasado, brillante y también peinado hacia atrás en el famoso filme Drácula del año 1931.

Luego llegó Nosferatu: Eine Simphonie des Grauens (1922), dirigida por Friedrich Wilhelm Murnau. Fue una versión no autorizada del libro de Stoker. En ella se muestra al Conde Orlok, un terrorífico vampiro inhumano de cabeza calva y porte nada aristocrático, que siembra la muerte a su paso y lleva la peste a la ciudad de Bremen. Sin embargo, a pesar de sus diferencias para no pagar derechos de autor, en realidad era una versión tan parecida de la novela Drácula de Bram Stoker, que la viuda del escritor irlandés interpuso una demanda y la ganó. Los tribunales ordenaron la destrucción de todas las copias existentes de la película, sin embargo sobrevivieron al menos 5 copias con las que se reconstruyó una versión en 1994. El actor que encarnó al Conde Orlok fue Max Schreck (1879-1936), un reconocido actor de teatro de la época.

La primera película estadounidense que aborda el tema del vampirismo fue The Bat (1926), una adaptación de una obra de teatro, dirigida por Roland West. El argumento gira en torno a una siniestra mansión donde un monstruoso murciélago comete una serie de asesinatos.

London after Midnight (1927), protagonizada por el actor Lon Chaney. Todas las copias de esta película han desparecido y solo se conservan algunos fotogramas. En 1931 Tod Browning eligiendo a Bela Lugosi para su debut en este importante papel, hace la primera versión sonora de Drácula, posteriormente en 1935 Tod Browning realizará una nueva versión protagonizada también por Béla Lugosi, con el título Mark of the Vampire (La marca del vampiro). El protagonista es el inspector Burke, que investiga una mansión embrujada y se disfraza de vampiro para salvar a una muchacha amenazada por sus ambiciosos parientes.

En 1931 el director alemán Fritz Lang produjo su primera película sonora, M, posteriormente subtitulada como “el vampiro de Dusseldorf”, que realmente no es una película de vampiros pues gira en torno a los homicidios cometidos por el asesino en serie Peter Kürten y el revuelo que causa en la sociedad.


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