El único héroe válido es el héroe “en grupo”, nunca el héroe individual, el héroe solo.

H. G. Oesterheld

Que se puede decir de El eternauta, una obra increíble de un inmenso calado en muchos aspectos y que marcó un hito en Argentina hasta tal punto que el día 4 de septiembre, se ha instituido como el día nacional de la historieta argentina.

Una novela gráfica publicada por fascículos semanales en la revista Hora Cero desde el año 1957 hasta 1959 siendo el guion obra de H. G. Oesterheld y el dibujo de F. Solano López. Más allá de El eternauta, H. G. Oesterheld cuenta con muchos títulos que merece la pena nombrar tales como Ernie Pike, Ticonderoga, Rolo, el marciano adoptivo, Sherlock Time y especialmente Mort Cinder, quizá su mejor pieza además de la presente.

Entrando en la trama de la novela gráfica el argumento se basa en una ficticia y distópica invasión extraterrestre que es llevada a cabo por seres sometidos de otros planetas que se encuentran bajo el mando de los “Ellos“, seres que representan todo lo que nos oprime y nos esclaviza: la tortura invisible que se materializa en cada una de las apariciones fantasmales, reales o ficticias, que nos atormentan.

El eternauta, representado por el personaje de Juan Salvo se materializa en casa de Germán, un guionista de cómics (el propio Oesterheld) narrándole su historia, el eternauta es un viajero del tiempo atrapado en el contínuum espacio temporal buscando la forma de salvar a su familia de una tragedia que aún no ha sucedido. ¿No recuerda esto a otros viajeros del tiempo como John Connor (Terminator)?

Una extraña nevada comienza a caer sobre la ciudad de Buenos aires matando a todo el que era alcanzado por sus mortales copos radioactivos, por lo que toda la población se resguarda y aísla del exterior permaneciendo en sus casas. Este hecho ¿no nos trae a la memoria de nuevo en cierta manera la epidemia de Covid-19 de hace tan solo unos pocos años?. El eternauta va marcando hechos universales y atemporales, sin duda.

Si bien para la invasión utilizan a seres de otros planetas que manejan a través de tecnología de control remoto. Estos son los Cascarudos, los Gurbos, los Hombres-robots y los Manos, seres muy inteligentes y sensibles que los Ellos dominan al colocarles cuando nacen una glándula de la muerte. Cuando tienen miedo esta glándula se activa y genera un veneno que los destruye. De esta manera los Manos no pueden traicionar a sus amos. Si lo hacen, el miedo que este hecho les produce, los mata.

¿Que es lo que hace de El eternauta una obra atemporal y única? Empecemos por analizar el dibujo, este viene de la mano de F. Solano López, realizado en blanco y negro con un trazo que prima lo real y lo emocional por encima del aspecto artístico mas propio en otros dibujantes argentinos como por ejemplo Alberto Breccia, que colabora con otra versión de El eternauta publicada mas adelante en el año 1969, si bien el guion es muy distinto y en mi opinión de inferior en calidad respecto a la edición original de 1957.

¿Que ideas subyacentes encontramos en la novela gráfica El eternauta? es una cuestión interesante, por que esta obra puede ser analizada desde distintos puntos de vista, destacaremos principalmente los mas interesantes, uno de ellos es la visión crítica social y política del momento vivido en Argentina, el otro es su visión profundamente humanista que enlaza perfectamente con el concepto de inconsciente colectivo que introdujo Carl Jung ” El inconsciente colectivo es aquello que se encuentra más allá de la consciencia de los seres humanos, pero que al mismo tiempo es común a la experiencia que tienen estos “.

Desde una visión crítica social y política El eternauta puede verse como una metáfora de la opresión, incluso opresión extranjera. Y puede serlo igualmente de opresiones de varios momentos históricos distintos. El eternauta se escribe durante la autodenominada revolución libertadora iniciada en el año 1955, un golpe de estado perpetrado contra el segundo gobierno democrático de Juan Perón, que da comienzo a la proscripción del peronismo y sus símbolos en el año 1956 y que perdura hasta el año 1973. Los Ellos, inaprensibles seres extraterrestres que dirigen la invasión, pueden entenderse como el poder hegemónico global que empezaba a dominar el destino tanto de Argentina como otros países del tercer mundo.

Otro punto de vista importante e interesante en El eternauta es el humanista, vemos a lo largo de la narrativa como existen unos valores colectivos de supervivencia porque es una obra que nos enseña el valor de la vida humana y la importancia de colaborar para evitar cualquier tipo de abuso de poder, especialmente el político / militar, sobre todo cuando van de la mano en los sucesivos regímenes militares (6) que se fueron aconteciendo en Argentina (1930, 1943, 1955, 1962, 1966 y 1976). Es por ello que la presente obra al tener un carácter tan marcado de denuncia social posee un carácter atemporal, siendo tan vigente hace aproximadamente 70 años atrás como hoy en día.

Finalmente cabe decir que esta historia tiene desgraciadamente un triste final, como muchas veces suele ocurrir, debido a su implicación en política y militancia en Montoneros (organización guerrillera peronista), Oesterheld en los años setenta debió pasar a la clandestinidad. Sus cuatro hijas fueron “desaparecidas” y solo su mujer Elsa quedaba en la casa familiar. El profundo amor del guionista por su trabajo lo llevó a escribir mientras se escondía en viejas redacciones, instancia en la que escribió El eternauta II (1976). Tanto esa secuela, como el remake del cómic original dibujado por Breccia contenían una lectura política evidente. Héctor fue capturado el 27 de abril de 1977 en La Plata y su asesinato se produjo en 1978, fue “desaparecido” por el llamado en Argentina “Proceso de Reorganización Nacional” (la dictadura militar de la época).

Por ello recomiendo desde este rincón encarecidamente si el lector está iniciándose en el mundo de la novela gráfica no dude en disfrutar de esta obra que tiene su lugar junto con Maus dentro de la categoría de universal y atemporal.